Respuesta a «Ayer me dolió perder, y me dolió la reacción de los que no supieron ganar»

Posted on 9 septiembre, 2013

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[Roberto G. Prada]

Amigo Arturo, en respuesta a tu artículo sobre la derrota de Madrid 2020…

… me gustaría puntualizar unas cuantas cosas. En general sólo pedimos respeto en la derrota cuando perdemos. Luego, cuando ganamos, se nos suele olvidar tal cosa. A ti te he visto muchas veces mofarte desde el pedestal de la victoria, especialmente cuando entre los perdedores había alguna figura (ponle un Alves) de esas que despiertan odios innegociables.

Uno de los mayores errores que veo en el imaginario colectivo de los que han apoyado la candidatura es el pensar que el resto de gente sencillamente no la apoyaba. No, no. De eso nada. No había ningún tipo de indiferencia en nuestras ideas, no nos quitéis legitimidad. Defendíamos a muerte que Madrid no fuera la ciudad elegida para albergar los JJOO 2020. Ahora lo celebramos. Si hubiera pasado al revés, ¿deberíamos haber pedido nosotros que nadie saliera a vocear a la puerta de Alcalá? Los dos sabemos que las mofas han sido a cuenta de la candidatura y sus ideólogos, responsables y representantes oficiales,  no de los voluntarios o partidarios. Y que de esas mofas los mayores culpables han sido ellos.

No tengo espacio aquí para hacer una relación de motivos por los que defendía que Madrid no fuera olímpica, a pesar de estar convencido de ellos. Resumiré diciendo que, en definitiva, esta candidatura es el fiel reflejo de la deriva del país. Informes tergiversados para conseguir objetivos a corto plazo según un modelo infalible en el que la inversión la hace el Estado y los beneficios se los lleva la empresa. ¿De verdad hacen falta unos juegos olímpicos para mejorar las infraestructuras de la ciudad? Si es así, los políticos quedan tan retratados como los ciudadanos de a pie que lo consienten y apoyan.

Lo que para mí resulta más sangrante de todo es ver cómo los defensores de la candidatura se erigen en salvadores del deporte. Si no tenemos JJOO, el barco se hunde. Los deportes minoritarios desaparecerán. ¿Van a salvar cuatro construcciones inmensas que nunca volverán a ser usadas por ninguno de nosotros (presumiblemente ni como espectadores) nuestro deporte? ¿Lo va a salvar un apretón de furor popular que pasará, como pasó el de 1992? La inversión puntual de unos JJOO no salvará nada más que los platos de algún político. Lo que aquí urge, si de salvar el deporte hablamos, es un cambio de modelo. No somos ninguna potencia deportiva, basta de milongas. Tenemos unos cuantos deportistas que son los mejores en lo suyo, pero detrás no hay nada. Federaciones potentes, polideportivos decentes, precios asumibles, entrenadores preparados… eso es un plan para salvar el deporte, y no una Peineta ampliada por enésima vez.

De todos modos hay algo que me llama poderosamente la atención. ¿Por qué renuncias a tu sueño? ¿Cuando perdiste la Champions el año pasado renunciaste a volver a ganarla? ¿No te ves, ahora, más ilusionado con este proyecto hecho de aire nuevo en el Real Madrid?

Al final, la frustración de la derrota es la misma para todos. Lo hemos vivido toda nuestra vida en innumerables partidos importantes que hemos perdido. Al final sólo hay tres opciones: cargar contra el árbitro, cargar contra el contrario o cargar contra nosotros mismos. Tú has elegido la segunda, y no me parece mucho mejor que la primera. Aceptémoslo. Carguemos contra nosotros, recapacitemos  y tomemos fuerza y perspectiva para un nuevo intento cuando el cuerpo nos lo pida, sin sentirnos obligados.

Y, por favor, yo también pido respeto para Madrid. Dejad, todos, de una vez por todas de identificar Madrid ciudad con Madrid candidatura. Yo soy Madrid, y nadie me ha hecho ningún feo.